• CONSULTA DE PSICÓLOGOS EN MADRID
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Alejandro Moreno Galindo

¿Qué es la ansiedad exactamente?


La ansiedad es un estado emocional, así como una reacción fisiológica en nuestro Sistema Nervioso, que actúa como mecanismo de defensa, activando un estado de alerta ante un estímulo que puede ser tanto externo como interno, lo cual provoca una serie de respuestas y síntomas, como son tensión muscular, sudoración, hiperventilación, taquicardia, entre otros a nivel físico, y sensación de agobio, preocupación, inquietud, miedo, entre otros a nivel emocional, así como pensamientos obsesivos o perseverantes a nivel cognitivo.

Es importante destacar que la ansiedad es una respuesta normal y funcional por parte de nuestro organismo, estrechamente relacionada con el instinto de supervivencia y que, en esencia, busca una conducta de escape, evitación o defensa ante un peligro inminente. Es, cuando ciertas variables se dan, que la ansiedad puede acabar volviéndose patológica, generando miedos y respuestas evitativas o de escape no funcionales y que pueden generar un enorme malestar en el individuo.

Ansiedad y estrés suelen utilizarse como sinónimos, ¿en qué se diferencian?

Si bien ambos términos están muy relacionados, la diferencia es importante.

El estrés es una reacción física, normalmente en forma de tensión, así como emocional, que se genera al percibir una situación como difícilmente alcanzable, es decir, cuando interpretamos que nuestra capacidad de afrontamiento puede ser insuficiente para desarrollar la situación.

Por otro lado, la ansiedad, es una reacción mental, emocional y física derivada de la percepción de una situación de peligro o alarma.

Es por ello que ambos suelen venir acompañados, pero no necesariamente.

¿Qué tipos de ansiedad existen y de qué modo afectan a la calidad de vida del paciente?

La ansiedad puede presentarse de muchas formas y no es extraño encontrarla como un síntoma más en distintos trastornos y problemáticas.

Si nos centramos en trastornos específicos de ansiedad, destacarían:

  • Trastorno de ansiedad generalizada: trastorno en que el paciente comienza a generar un estado ansioso de manera no específica, normalizando el estado ansioso ante numerosos estímulos y por ende dificultando en gran medida su día a día, limitándolo en muchos sentidos.
  • Trastornos de ansiedad por fobias: estos trastornos se refieren a un miedo completamente incapacitante frente a un estímulo concreto, como pueden ser, por ejemplo, los espacios pequeños y muy abarrotados (claustrofobia), entre otros muchos.
  • Trastorno obsesivo compulsivo: patrones de pensamiento obsesivo que generan enorme ansiedad en el paciente y que intenta regular o controlar a través de conductas compulsivas o rituales (por ejemplo, un TOC de limpieza, que puede derivar en lavados constantes de manos).
  • Trastorno de pánico: variante en la que el paciente sufre y padece ataques de pánico recurrentes, presentando una enorme sensación de miedo o descontrol.
  • Trastorno por estrés postraumático: síntomas de carácter ansioso que la persona experimenta tras una vivencia traumática, como puede ser una catástrofe natural. Esto se presenta en forma de miedos a estímulos asociados al hecho traumático en concreto, hipervigilancia, etc
  • Trastorno por hipocondría: preocupación y miedos constantes por la salud, lo que suele derivar en hipervigilancia de síntomas, constantes citas médicas, etc.

¿Existe algún modo de controlarla?

Para empezar, creo que mejor es el concepto de gestión, que de control. Creo que conceptualmente el concepto de control lo que haría es posiblemente aumentar la preocupación sobre la ansiedad, con lo cual aumentaría la sensación de ansiedad posiblemente. Mientras que el concepto de gestión es desde la aceptación que la ansiedad, se basa en el sentido de canalización.

La ansiedad forma parte de la vida, nos ayuda a reaccionar ante situaciones que consideramos alarmantes, peligrosas, inquietantes… Y de esta manera poder superarla con la mayor eficacia y eficiencia.

¿Cómo se debe tratar?

La ansiedad tiene un componente cognitivo, otro fisiológico y otro motor. El abordaje tiene que tener en cuenta habitualmente esas tres variables.

A nivel cognitivo se tiende a gestionar desde la gestión de los pensamientos, ya sea mediante la confrontación con pensamientos irracionales, como la gestión del propio pensamiento mediante, por ejemplo, técnicas como la parada de pensamiento, mindfulness… O técnicas de exposición controlada.

A nivel fisiológico se extiende a gestionar mediante técnicas de relajación, como por ejemplo técnicas de tensión y distensión…

A nivel motor se suele gestionar mediante el ejercicio deportivo.

El tratamiento es complejo, pero está bastante bien estudiado, sobre tener muy buenos resultados mediante la utilización de las herramientas y los procesos de cambio necesarios.

A nivel médico, la ansiedad se suele abordar mediante ansiolíticos, que suelen ser benzodiazepinas las cuales tienden a tener un poder adictivo importante, cuando su utilización es a largo plazo. Es importante tener en cuenta este aspecto médico en el tratamiento, cuando el nivel de ansiedad es muy elevado, dificultando la permeabilidad al proceso terapéutico. Pero siempre como una forma complementaria a la psicoterapia, especialmente mediante la corriente cognitivo-conductual, la cual está validada científicamente para ese tipo de problema psicológico.

¿Cuándo debe acudir al especialista?

Dado el carácter natural y funcional de la ansiedad dentro de ciertos límites, el paciente debe acudir al especialista cuando sienta que los niveles de ansiedad que experimenta no le permiten desarrollar su día a día de manera normalizada. En el momento que la ansiedad te impide o dificulta vivir tu vida, pide ayuda.

¿En qué podría derivar de no tratarse?

El no tratar un trastorno por ansiedad puede derivar no solo en un enquistamiento y agravamiento de los síntomas, si no que estos pueden escalar hasta desarrollar comorbilidad con otras patologías como depresión o adicciones. También puede desarrollarse una generalización, y empezar a asociarse a situaciones donde antes no aparecían ansiedad.

Detectar a tiempo la ansiedad y pedir ayuda, es algo sumamente importante para tener las mayores garantías posibles del proceso y que la situación del paciente no se agrave.

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Declaración de los Derechos Sexuales

La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto , intimidad, expresión emocional, placer, ternura ya amor.

La sexualidad se construye a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.

Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico. Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres humanos y las sociedades, los derechos sexuales siguientes deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios. La salud sexual es el resultado de un ambientare que reconoce, respeta y ejerce estos derechos sexuales:

  • El derecho para libertad sexual. La libertad sexual abarca la posibilidad de los individual para expresar completo su potencial sexual. Sin embargo, este incluye todas las formas de coerción, explotación y abuso sexual en cualquier momento y situaciones de la vida.
  • El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexual. Este derecho supone la habilidad para tomar decisiones autónomas sobre la vida sexual de uno mismo dentro del contexto ético personal y social propio. Abarca también el control y disfrute de nuestros cuerpos libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier clase.
  • El derecho de privacidad sexual. Este supone el derecho a decisiones y comportamientos individuales sobre la intimidad mientras no se entremetan interfieran con los derechos sexuales de otros.
  • El derecho de igualdad sexual. Este se refiere a estar libre de toda forma de discriminación en base a sexo, genero, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o incapacidad física o emocional.
  • El derecho al placer sexual. El placer sexual incluyendo el autoerotismo, es una fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual y espiritual.
  • El derecho a la expresión de las emociones sexuales. La expresión sexual es más que solo placer erótico o el acto sexual. Los individuos tienen el derecho de expresar su sexualidad con comunicación, tacto, la expresión emocional y amor.
  • El derecho para la libre asociación sexual. Esto significa la posibilidad para casarse o no, divorciarse, y para establecer otros tipos de asociaciones sexuales responsables.
  • El derecho para tomar decisiones reproductivas libres y responsables. Esto abarca el derecho para decidir si tener o no niños, el número, el tiempo entre los niños, y el derecho de acceso completo a los medios para la regulación de la fertilidad.
  • El derecho a la información sexual basado en datos científicos. Este derecho implica que la información sexual se debe generar a través de un proceso desinhibido pero a la vez científicamente ético y diseminarse por las vías apropiadas a todos los niveles sociales.
  • El derecho a una educación de sexualidad comprensiva. Este es un proceso de toda la vida desde el nacimiento y a lo largo del ciclo vital y debe incluirse a todas las instituciones sociales.
  • El derecho al cuidado de la salud sexual. El cuidado de la salud sexual debe estar disponible para la prevención y el tratamiento de todas las preocupaciones, problemas o desordenes sexuales.

LOS DERECHOS SEXUALES SON DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y UNIVERSALES.

 

Alejandro Moreno – Psicólogo Madrid

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La ansiedad es un estado emocional que la mayoría de las personas no queremos sentir, entendemos que es un cúmulo de emociones, sensaciones físicas que nos bloquean, no nos dejan actuar como desearíamos, nos da miedo, tenemos la sensación de que nos vamos a morir… hay veces que es tan insoportable los bucles mentales en los que entramos, y tan rápidos que creemos volvernos locos. La ansiedad es causada por un impacto emocional que tiende a generalizarse a otros aspectos relacionados, también puede quedarse focalizado en una situación o aspecto, como en las fobias sociales, agorafobias, hipocondría… La ansiedad tiene  un componente físico, el que he nombrado previamente, un aspecto psicológico, los pensamientos, los miedos asociados, autoestima, recursos de afrontamiento… y social, afectación en nuestro estilo de vida y relaciones interpersonales.

Sin embargo, este monstruo tan terrorífico no es más que una emoción nuestra, que marca la diferencia cuando tenemos que reaccionar rápido por ejemplo. La ansiedad a dosis moderadas, nos ayuda a memorizar más rápido, a ser más eficaces y eficientes, nos ayuda a percibir el peligro antes de que nos afecte… forma parte de nuestra existencia.

El gran problema de la ansiedad es su capacidad de reforzarse y retroalimentarse a si misma, convirtiéndose en ese gran monstruo. Cuando es moderada o incluso severa tiende a generar malestar, taquicardias, exceso de sudoración, tartamudeo, hiper salivación, temblores, voz sin fuerza…. sin embargo si te das cuenta, lo que más nos tiende a preocupar es que los demás se den cuenta de nuestro estado de ansiedad, lo que hace que aumente y aumente….

La ansiedad se trata a nivel médico con ansiolíticos, como las Benzodiacepinas como el Loracepam, Alprazolam, Diacepam… entre otros, o los Inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS, antidepresivos) como la Sertralina o Escitalopram entre otros medicamentos… Sin embargo, la utilización de la medicación únicamente, no cura la ansiedad en la inmensa mayoría de las ocasiones, tiende a reducir los síntomas fisiológicos, sin embargo la parte cognitiva no es abordada. Por eso es fundamental el tratamiento psicológico, donde durante la terapia, elaboraremos procesos de aumento de autoestima, recursos de afrontamiento, cambio de creencias, aprendizaje sobre la ansiedad y de como NO CONTROLARLA, sino GESTIONARLA. Es cierto que cuando la ansiedad es severa tiende a bloquear o reducir la eficacia de la psicoterapia, por eso muchas veces es fundamental la utilización de medicamentos al inicio del tratamiento, para complementarlo con tratamiento psicológico.

Os animo a no dejaros llevar por la ansiedad y afrontarla junto con un profesional. Ánimo.

Un saludo a tod@s.

Alejandro Moreno – Psicólogo Madrid

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