La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto , intimidad, expresión emocional, placer, ternura ya amor.
La sexualidad se construye a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.
Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico. Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres humanos y las sociedades, los derechos sexuales siguientes deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios. La salud sexual es el resultado de un ambientare que reconoce, respeta y ejerce estos derechos sexuales:
LOS DERECHOS SEXUALES SON DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y UNIVERSALES.
Alejandro Moreno – Psicólogo Madrid
Comparte en:La ansiedad es un estado emocional que la mayoría de las personas no queremos sentir, entendemos que es un cúmulo de emociones, sensaciones físicas que nos bloquean, no nos dejan actuar como desearíamos, nos da miedo, tenemos la sensación de que nos vamos a morir… hay veces que es tan insoportable los bucles mentales en los que entramos, y tan rápidos que creemos volvernos locos. La ansiedad es causada por un impacto emocional que tiende a generalizarse a otros aspectos relacionados, también puede quedarse focalizado en una situación o aspecto, como en las fobias sociales, agorafobias, hipocondría… La ansiedad tiene un componente físico, el que he nombrado previamente, un aspecto psicológico, los pensamientos, los miedos asociados, autoestima, recursos de afrontamiento… y social, afectación en nuestro estilo de vida y relaciones interpersonales.
Sin embargo, este monstruo tan terrorífico no es más que una emoción nuestra, que marca la diferencia cuando tenemos que reaccionar rápido por ejemplo. La ansiedad a dosis moderadas, nos ayuda a memorizar más rápido, a ser más eficaces y eficientes, nos ayuda a percibir el peligro antes de que nos afecte… forma parte de nuestra existencia.
El gran problema de la ansiedad es su capacidad de reforzarse y retroalimentarse a si misma, convirtiéndose en ese gran monstruo. Cuando es moderada o incluso severa tiende a generar malestar, taquicardias, exceso de sudoración, tartamudeo, hiper salivación, temblores, voz sin fuerza…. sin embargo si te das cuenta, lo que más nos tiende a preocupar es que los demás se den cuenta de nuestro estado de ansiedad, lo que hace que aumente y aumente….
La ansiedad se trata a nivel médico con ansiolíticos, como las Benzodiacepinas como el Loracepam, Alprazolam, Diacepam… entre otros, o los Inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS, antidepresivos) como la Sertralina o Escitalopram entre otros medicamentos… Sin embargo, la utilización de la medicación únicamente, no cura la ansiedad en la inmensa mayoría de las ocasiones, tiende a reducir los síntomas fisiológicos, sin embargo la parte cognitiva no es abordada. Por eso es fundamental el tratamiento psicológico, donde durante la terapia, elaboraremos procesos de aumento de autoestima, recursos de afrontamiento, cambio de creencias, aprendizaje sobre la ansiedad y de como NO CONTROLARLA, sino GESTIONARLA. Es cierto que cuando la ansiedad es severa tiende a bloquear o reducir la eficacia de la psicoterapia, por eso muchas veces es fundamental la utilización de medicamentos al inicio del tratamiento, para complementarlo con tratamiento psicológico.
Os animo a no dejaros llevar por la ansiedad y afrontarla junto con un profesional. Ánimo.
Un saludo a tod@s.
Alejandro Moreno – Psicólogo Madrid
Comparte en:Los celos son esos sentimientos tan temidos por cualquiera, todos negamos tenerlos, parecen el gran ogro de la relación de pareja. Muchas veces los escondemos detrás de un «es porque te quiero» o «es una muestra de mi amor» o «si no te quisiera tanto no sentiría esto»… o multitud de argumentos o justificaciones que decimos a nuestras parejas, amigos, a nosotros mismos o familiares, para hacerles entender que nosotros no tenemos eso que llaman CELOS.
Los celos son un sentimiento, una emoción que tenemos los seres humanos. Ocurre, porque desde los 3 años aproximadamente, empezamos a desarrollar el concepto de la pertenencia, de la propiedad: «esto es mio», y empezamos el proceso de conciencia de los que somos… «esto me lo merezco» o «yo quiero, deseo…»»soy…».Cuando somos pequeños y nos atienden de una manera y, nos sentimos seguros, queridos… cuando por diferentes causas nos sentimos que ya no lo recibimos, y lo focalizamos en algo concreto, como el nacimiento de un hermano, de una nueva pareja de mama o papa… sentimos celos y lo interpretamos como una amenaza, por tanto actuamos confrontando esa situación para volver al momento inicial.
Si os dais cuenta, es muy semejante al PROCESO que seguimos con los celos dentro la pareja. Empezamos por ejemplo a percibir que nuestra pareja habla con otros hombres, y nosotros nos vemos unas veces rechazados, ignorados o incluso ignorados, entonces sentimos celos de que eso que hace con otro, no lo esta haciendo con nosotros. Otro proceso puede ser porque nosotros tengamos un concepto de la relación de pareja determinada y los actos de nuestra pareja no coincide con ellos, entonces nos sentimos muy a disgusto. Estos procesos que se pueden dar, igual que otros muchos, son los que nos hacen sentir celosos, inseguros, enfadados… ademas vemos que TENEMOS RAZÓN, que está tan claro como el agua. Sin embargo ¿como puede ser algo bueno como la construcción de una relación de pareja convertirse en angustia, ansiedad, celos, malestar en general?
Los celos es una emoción intensa que nos hace actuar en algunas ocasiones de forma agresiva, violenta, controladora, imperativa, obsesiva… actitudes y conductas que a corto, medio y largo plazo deterioran nuestra relación, esa relación que con toda nuestra buena voluntad, queremos construir de forma satisfactoria. ESTAMOS EQUIVOCADOS. Pero lo curioso es que muy pocas veces somos conscientes de esto y, lo que solemos hacer es echar balones fuera, culpabilizando a nuestra pareja de nuestra emoción y de nuestra conducta, «si no fuera porque hablas con cualquier tío, yo no me podría así»…
¿Cuando acudir a terapia?, no hace falta ser conscientes al 100 % de que estamos equivocados, pero si ver que si nuestra relación no va como queremos y lo que hacemos, no lleva mas que a dolor de nuestra pareja y la nuestra propia, quizá nos debemos plantear que nuestra pareja puede ser responsable de algo, pero ¿Y NOSOTROS? también debemos de tener algo que ver, al fin y al cabo, una relación es de dos, no solo de uno.
La terapia es individual, aunque en muchas ocasiones, dependiendo del deterioro de la relación y de nuestra pareja, también es importante tratar a muestra pareja de forma individual y a nosotros como pareja; ésta seria la forma integral de abordar el problema de los celos dentro de una terapia de pareja que quieran continuar juntos. El tratamiento es individualizado, pero habitualmente se abordan temas como autoestima, habilidades sociales (asertividad, expresión adecuada de la emoción negativa, negociación, saber decir no), creencias y mitos dentro de la pareja, roles dentro de la pareja, entre otras cosas.
Es importante tener en cuenta que los CELOS no hay porque tratarlos solo cuando estamos en pareja y somos conscientes de ellos, podemos tratarlos cuando estamos solteros, para saber gestionarlos cuando tengamos una nueva relación y poder desarrollarla de forma satisfactoria para ambos.
Ánimo a tod@s.
Un saludo
Alejandro Moreno – Psicólogo de Madrid
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