Empezar terapia acá fue un antes y un después en mi vida. Desde la primera sesión sentí confianza, cero juicios y mucha comprensión. He podido hablar de cosas que nunca había dicho en voz alta y, poco a poco, he aprendido a entenderme y a manejar mejor lo que siento. Me han dado herramientas reales que uso en el día a día. Se nota el compromiso y la calidez en cada encuentro. Es un espacio seguro donde uno se siente acompañado de verdad. Lo recomiendo con los ojos cerrados.
Empezar terapia acá fue un antes y un después en mi vida. Desde la primera sesión sentí confianza, cero juicios y mucha comprensión. He podido hablar de cosas que nunca había dicho en voz alta y, poco a poco, he aprendido a entenderme y a manejar mejor lo que siento. Me han dado herramientas reales que uso en el día a día. Se nota el compromiso y la calidez en cada encuentro. Es un espacio seguro donde uno se siente acompañado de verdad. Lo recomiendo con los ojos cerrados.